domingo, julio 22, 2007

CUANDO EL SUR RECLAMA : Acaso dos siglos de abandono no es suficiente

Esta semana una comitiva de tres mil ayacuchanos partieron desde Huamanga en una marcha de sacrificio hacia Lima, con la intención de llamar la atención del gobierno central sobre los principales problemas que aquejan a la región. Las demandas pueden reducirse en: recursos para obras de inversión, como la interconexión vial a través del asfaltado de carreteras, proyectos de irrigación y que se complete el número de docentes para educar al pueblo ayacuchano.

Hagamos un rápido recuento histórico de la sierra sur y la presencia del Estado en esta zona, para definir que tan justas son estas demandas.
La sierra sur es la porción del país que ha sido relegada por los gobiernos republicanos a lo largo de su historia. Bolivar –a través de Sucre- dio el histórico golpe al separarlo del alto Perú, para dar origen a la república de Bolivia ante la pasividad de nuestra inútil clase política y complacencia de nuestros ambiguos militares. Santa Cruz intentó sin fortuna recuperar aquella histórica unión bajo un sistema federativo, pero nuevamente pasividad y ambigüedad se unieron en contra de los verdaderos intereses nacionales. Al cambio de siglo, la plutocracia gobernante centralista y sin un proyecto nacional integrador mantuvo el sur en manos de autoridades “naturales” que basaban su poder en la propiedad de la tierra “los gamonales”, quienes hacían del campesino un agente productivo que mantenía la condición de siervo, siendo el sur andino el sector mas golpeado por este fenómeno. A inicios de siglo XX intelectuales hacían de la literatura el medio a través del cual denunciaban los abusos contra los campesinos sureños y la dualidad opresora el gamonal y su complice la iglesia, llegando estos escritores, en algunos casos, a ser excomulgados, entre ellos Clorinda Matto de Turner. En la década de los 50’, movidos por los efectos de la migración a los centros urbanos, los círculos intelectuales y políticos plantean la necesidad de recuperar el agro provinciano, aperturándose así el gran debate de la reforma agraria. Para los 60’ el gobierno institucional de las FFAA promulgó la ley de bases para la reforma agraria; a pesar de ello los campesinos se organizan entorno a la izquierda radical, que encontró en el caribe –Cuba- el impulso para sus acciones guerrilleras e inician la ofensiva a través de la toma de tierras, con poco éxito fueron eliminados al poco tiempo. En los 70’ Velasco aplicó una parcial, improductiva e incompleta reforma agraria que no llegó a las provincias sureñas y cuyos efectos lesivos se dejan sentir hasta hoy. En los 80’ llegó al sur el discurso radical encontrando oídos atentos y almas dispuestas a cambiar la histórica marginación y olvido de parte del gobierno central.
En los últimos años, la sierra sur se ha mostrado abierta al discurso radical, esquiva a las promesas del ejecutivo, y reacia a cualquier principio de autoridad estatal, llegando inclusive a respaldar levantamientos de caudillos improvisados, que intentan apoyarse en la necesidad de reivindicación histórica, para satisfacer apetitos políticos personales. En las últimas elecciones hemos sido testigos del rechazo de los pueblos olvidados del sur ante un sistema "democrático" esquivo y que los ha mantenido en la marginación total.
El premier Del Castillo, no debería catalogar la marcha de los Wari como una “huachafería”, sino por el contrario dar trámite a sus demandas que son historicamente justas. Y es que, al parecer el gobierno aprista obedece o se alinea a la causa del pueblo como candidato, pero cuando es autoridad obstaculiza, sabotea o neutraliza las demandas populares, con la verborrea y capacidad discursiva innegable de sus líderes, sea cual fuere el caso, no mantengamos al sur marginado, prestemos atención a sus demandas, o es que, señor del Castillo, estamos reeditando el pasado imperialista del APRA durante la convivencia con Prado Ugarteche.

LA PROSPERIDAD FALAZ

Caricatura Republicana siglo XIX,
hace referencia a la manumisión
de la esclavitud y la abolición del tributo
gracias a los ingresos del guano.

No es novedad que el guano encontrado en las costas del Perú a mediados del siglo XIX hiciera de su historia pieza única en América Latina, pues le permitió la hazaña de cancelar su deuda pública y de engancharse en una nueva y mayor deuda. Sin embargo, un breve recuento de la historia de esta riqueza podrá situarnos mejor dentro del contexto de este periodo republicano, que se inicia alrededor de 1840 y concluye en los inicios de la guerra con Chile.
Razones climáticas y en última instancia oceanográficas fueron las responsables de que miles de pájaros piqueros, alcatraces, cayones y guanayes hicieran de las islas costeñas su hábitat ideal. La acumulación de excremento de estas aves formó verdaderos yacimientos, en algunos casos, hasta de 3 metros de altura. El guano se convirtió en un compuesto de alto contenido de nitrógeno más fácilmente absorbible que los fertilizantes de las plantas. Para entonces, parte de Europa (Inglaterra) y Norteamérica habían revolucionado la agricultura orientándola racionalmente a la producción masiva de alimentos. En efecto, el guano fue, por ejemplo, el causante de que el trigo, centeno, la avena y el ganado prosperaran e incrementaran su producción de manera constante a todo lo largo del Reino Unido hasta fines de la década de 1872 contribuyendo así a su autoabastecimiento.

Porqué llamar a este periodo "Prosperidad Falaz"
Es el periodo donde el Estado peruano recibió grandes ingresos económicos por el comercio del guano y del salitre; pero que no fueron invertidos en impulsar una economía capitalista nacional. El estado peruano invirtió esos ingresos en obras improductivas generándose una economía dependiente del capitalismo inglés por préstamos, importaciones, etc. Esta denominación fue acuñada por Jorge Basadre.

PANORAMA MUNDIAL
Desde fines del siglo XVIII, las potencias europeas y norteamericanas, comenzaron a sentir los efectos de la revolución industrial; en estos países se experimentó un considerable incremento demográfico, la llegada de las industrias y la proletarización significaron menor capacidad productiva en los campos, además de las migraciones a las ciudades, todo ello conllevó a la merma de la producción agrícola. En tal sentido, el aumento poblacional no estaba en proporción a la producción alimenticia; así, la hambruna generalizada en Europa y la poca calidad de sus alimentos hizo que los científicos busquen algún método para que sus campos agrícolas rindan más.
Para este momento algunos científicos peruanos habían dado a conocer en Europa, las propiedades de este fertilizante y su efecto multiplicador en los campos agrícolas. Rivero de Ustariz, arequipeño, quien realizó estudios de mineralogía y botánica junto a Alejandro Von Humbolt, había publicado en Europa un estudio sobre el guano de las islas del litoral peruano, destacando su alto contenido de fosfato como propiedad que oxigena la tierra e incrementa la producción. Los embarques iniciales se hicieron en 1841 a Inglaterra, a manera de ensayo, resultaron tan alentadores que pronto desatóse una gran demanda en el mundo por el guano del Perú.