martes, febrero 14, 2012

ARTEMIO: último líder de la camada de senderistas primigenios



Balance histórico

Sin duda alguna la captura de Abimael Guzmán en setiembre de 1992 significó un duro golpe al denominado Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso, pues se trataba del cultor ideológico y máximo líder del grupo subversivo más sanguinario de la historia del Perú. A partir de este momento la jefatura del comité central de Sendero luminoso recayó en Oscar Ramírez Durand “Camarada Feliciano” (comité regional principal de Ayacucho) y Florindo Eleuterio Flores Hala “Camarada Artemio” (comité regional del Huallaga) ellos continuarían la “lucha armada” o “guerra popular” según los lineamientos de su histórico líder siguiendo el “pensamiento Gonzalo”.

En diciembre de 1993 cuando luego de múltiples reuniones de negociación con Vladimiro Montesinos Abimael Guzmán aceptó públicamente la rendición y firma del acuerdo de paz, se produjo una ruptura al interior de la organización terrorista llevando a Artemio a desconocer el liderazgo de Guzmán y calificar como traición la firma de paz, así mismo planteó continuar con la “guerra popular” y las acciones subversivas. Para entonces Artemio tenía centenares de seguidores y fue partícipe de las acciones terroristas más significativas y que más golpeó la zona del Huallaga.

Luego de la captura del “camarada Feliciano” en julio de 1999, Artemio quedó como el único líder terrorista al mando de la zona del Huallaga y selva central. En la última década, el trabajo conjunto de las fuerzas armadas y policiales estuvo orientado a debilitar y reducir el campo de acción de  Artemio, esto unido a la captura y muerte de sus principales lugartenientes generaron su repliegue y lo llevó a reconsiderar la estrategia de “salida política a la guerra popular” planteada por Abimael Guzmán la misma que considera la inscripción de Sendero luminoso como partido político, el reconocimiento del Estado que en el Perú hubo una “guerra política” siendo los prisioneros senderistas “presos políticos” y la inmediata amnistía de los prisioneros senderistas… en aras de la pacificación del país -lineamiento promovido en los últimos meses por MOVADEF[1]-.

Esta decisión, además de otras vinculadas al retraimiento del accionar subversivo le costó el enfrentamiento con los hermanos Quispe Palomino una familia de senderistas caracterizados por sus vínculos con el narcotráfico de la zona del VRAE, ellos intentaron eliminar a Artemio. Los hermanos Quispe Palomino desconocen el liderazgo de Guzmán, rechazan la salida política y consideran traidores a los principales líderes senderistas que avalaron las cartas de rendición ante Vladimiro Montesinos.

En agosto 2008 durante el último juicio televisado al ex presidente Alberto Fujimori –irónicamente, considerado por los fujimoristas “adalid de la derrota del terrorismo”-, se presentaron las declaraciones de Rafael Merino Bartet –ex asesor político del servicio de inteligencia nacional- quien se reconoce como el verdadero autor de las tres cartas de rendición de Abimael Guzmán. Estas declaraciones avivó el enfrentamiento entre “Artemio” y los hermanos Quispe Palomino principalmente con el mayor de los hermanos el “camarada José”.

Por todas estas razones, Artemio se vio en la necesidad de optar por una salida política, pues veía como inminente su captura.

“El camarada José” asumió el mando de la zona del VRAE desde la captura de Feliciano en 1999, y parece ser que se convertirá en el líder del remanente senderista. “José” rechaza la estrategia de “solución política a los problemas surgidos por la guerra popular” o el de la “amnistía general” planteados por MOVADEF y los seguidores de Abimael. Por el contrario confía en el triunfo de la guerra popular y la captura del poder a través de las armas, ideales que lo hacen peligroso y fortalece la convicción democrática de su inmediata captura.

La captura de “Artemio” pone fin a una tradición senderista de seguidores del “pensamiento Gonzalo”, pero ciertamente no podemos vender la idea triunfalista de los 90’ del fin de sendero luminoso. Simbólicamente representa el fin de una era, es verdad, pero de ninguna manera asegura la presencia y control por parte del Estado de esa zona.
Aun en el VRAE el Estado tiene una tarea pendiente que son los remanentes de sendero que operan bajo el liderazgo del “camarada José” y sus vínculos con el narcotráfico, estos elementos hacen que la captura de Artemio sea una tarea inconclusa.
A diferencia del gobierno fujimorista, que hizo de la captura de Abimael Guzmán una noticia mediática sensacionalista con proyección política y que centralizó el éxito de la captura en Fujimori y Montesinos, el gobierno de Ollanta Humala ha tomado la captura “Artemio” de la mejor manera; en primer lugar reconociendo públicamente el trabajo de los miembros del ejército y la policía nacional, el impecable trabajo de inteligencia, el respeto a los derechos humanos de un delincuente rendido, su traslado a la capital y el cuidado de la salud del prisionero. Esta ha sido una captura, política, jurídica y constitucional impecable. Esperemos que este éxito de la democracia se mantenga y no se politice, además fortalezca la convicción de erradicar del país toda acción que ponga en riesgo los derechos y las vidas de los ciudadanos peruanos.
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[1] Colectivo que en los últimos meses ha presentado ante el Jurado Nacional de Elecciones su solicitud de inscripción como partido político, se manifiestan seguidores del pensamiento Gonzalo  siendo uno de sus principales objetivos la amnistía y liberación inmediata de los “presos políticos senderistas”. El JNE recientemente ha rechazado la inscripción de MOVADEF como partido político.