viernes, enero 27, 2012

LA CVR EN TEXTOS ESCOLARES: DEBATE MEDIÁTICO SENSACIONALISTA



"La memoria colectiva es el elemento que determina 
el desarrollo de las sociedades futuras”
(Anónimo)
     "el pasado influye en el presente y con ello en el futuro; 
                                                   pero el presente también influye como se ve y comprende el pasado" (Jhon Elliot)


En los últimos días, los medios de comunicación se han esforzado por presentar “la ignorancia de los jóvenes” -en tema de terrorismo- como la responsable de los intentos de legitimación política de sendero luminoso a través de MOVADEF. Esto ha generado que el debate se traslade al ámbito educativo y como la discusión se planteó con intencionalidad sensacionalista –propio de la prensa actual- el problema identificado fue que los textos escolares carece de información respecto a la época de la violencia terrorista y estatal (1980-2000). Fue entonces que se planteó de manera arbitraria y sin pensar mucho incluir el informe final de la CVR en los libros que reparte gratuitamente el MINEDU, hecho que despertó la satisfacción de algunos y la irritación de otros avivando la llama de la confrontación entre salomones y reyes.

Cuando se buscan causas que expliquen una problemática social generalmente quien identifica las causas se excluye del análisis. Así sucede con la prensa, la clase política, el estado, la sociedad civil... por ello el problema siempre girará en torno a terceros y terminará en pleitos propios de los talk shows y sin mayor trascendencia social. La mayoría de temas de controversia son abordados de la misma manera: sin reflexión, análisis que invite a la propuesta y toma de decisiones.

Definitivamente la prensa no está cumpliendo el rol de ser gestor o promotor de temas de controversia social de apertura al debate público bajo un enfoque democrático. Pero lo más triste es que los políticos no están a la altura para evitar contribuir al chongo sensacionalista que los medios generan.

Coincido con León Trahtemberg cuando asegura que “si el conocimiento escolar dependiera de los programas y textos escolares entonces no tendríamos los desastrosos resultados en comprensión lectora, matemática y ciencias”. Se habla de incluir información en textos escolares como si se tratara de llenar un vaso para atenuar la sed. Como si la información por sí sola fuese ¡la solución!; pasando por alto la significatividad pedagógica que la información en un texto escolar debe tener. De la misma manera se abordó el tema de aquel joven que enfrentó y dio muerte a un delincuente. Aparte de la anti pedagogía ciudadana que significó la decisión de encarcelar al agraviado, la prensa orientó la discusión a si los jóvenes de 18 años deberían portar armas, la solución que se planteó fue “ampliar la edad para portar armas”; como vemos, esta discusión se orientó en la misma línea que la decisión de la controvertida juez.

En nuestra sociedad coexisten dos mundos, el primero desde el cual se toman las decisiones: el mundo adulto; y otro que explica los errores y justifica las decisiones adultas: el mundo de los jóvenes. La visión paternalista, tutelar se observa en el abordaje de temas mediáticos a través de la prensa. 

Resulta muy sencillo responsabilizar a los jóvenes y su educación por el desinterés mostrado por la historia reciente y su cotidianidad política. Cómo podemos demandar mayor interés de los jóvenes en temas de controversia social y responsabilizar a la educación de los vacíos,  si el Estado, la clase política y la prensa abordan superficialmente estos temas sin más interés que satisfacer el sensacionalismo mediático del consumidor, un consumidor que cada vez es más cínico y perverso y la prensa parece calzarle.




 
  











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