El presente articulo lo escribo preocupado por la imagen que comúnmente reciben nuestros alumnos respecto a los héroes de Guerra del pacífico, que, si bien es cierto, no tenemos el tiempo necesario para cubrir o agotar en clase, se hace imperiosa la necesidad de explicar la participación de los diversos actores (mujeres, soldados, campesinos, mestizos) quienes con sus acciones secundaron los actos de valor o determinaron los triunfos, de los que conocemos comúnmente como los grandes héroes de la guerra del Pacífico. Algunos de nuestros alumnos reducen los actos heroicos a cuatro personajes Grau, Bolognesi y Cáceres, desconociendo la presencia de otros actores importantísimos y de igual trascendencia que secundaron los actos valerosos de estos personajes. Por otro lado hay personajes, que, si bien es cierto, no tomaron las armas y enfrentaron directamente al enemigo, su participación en le guerra sirvió para mantener la alicaída dignidad nacional, tal es el caso por ejemplo del digno gobierno de García Calderón en Magdalena, quien pagó con su exilio y encarcelamiento en Valparaiso, el no firmar un tratado lesivo para los intereses patrios. Pero vallamos más allá, debemos de recuperar la participación femenina en la guerra, la presencia y participación activa de las rabonas, las damas de Lima que se organizaron para brindar cuidado a los heridos. Las clases populares y entre ellos las masas campesinas en la Breña que derramaron sangre defendiendo el suelo patrio.
Durante la guerra del Pacífico 1879, hubieron actos heroicos dignos de mencionar y que algunos historiadores, por no considerarlo relevante o trascendente, aún lo mantienen en anonimato o en el mejor de los casos lo mencionan someramente.
Durante la guerra del Pacífico 1879, hubieron actos heroicos dignos de mencionar y que algunos historiadores, por no considerarlo relevante o trascendente, aún lo mantienen en anonimato o en el mejor de los casos lo mencionan someramente.
Tal es el caso de las Rabonas o compañeras de los soldados, mujeres que acompañaban a sus maridos a la guerra, eran ellas las que se encargaban de cocinar, lavar, curar a sus maridos y a sus hijos y en algunas ocasiones asumir roles de guerra, por ello, no resultó extraño encontrar entre los cadáveres esparcidos en el campo de batalla soldados junto a sus mujeres. A propósito dice Flora Tristán “Ellas formaban una tropa considerable que precede al ejercito por espacio de algunas horas, para tener tiempo de conseguir víveres, cocinarlos y preparar todo en el albergue que deben ocupar…arrastraron en su sequito a niños de toda edad” . En la campaña terrestre del sur, las heroicas tarapaqueñas se batieron, desafiando las balas y los peligros de la batalla, proporcionaban agua al sediento ejército, y convirtieron sus casas o solares en hospitales para albergar a los heridos. Emma Manarelli nos proporciona algunos nombres que deben quedar registrados en la historia y en el recuerdo de todos los peruanos: Petronila Nuñez, Mariana Vilchez, María de Taborga e hijas. En la breña encontramos a la Señora Antonia moreno de Cáceres, esposa del caudillo de la Breña; otra de las mujeres ilustres que apoyaron la resistencia de la sierra fue Doña Clorinda Matto de Turner quien apoyó económica, material y humanamente al habilitar su casa en tinta para el cuidado de los heridos.
Si bien la mujer jugó un papel importante en la guerra del 79´. Las clases populares y entre ellos el sector indígena, también hicieron su parte, al enfrentar con armas tradicionales a los invasores chíllenos en la breña, bajo el liderazgo del Caudillo militar Cáceres. O como dejar de mencionar a los gloriosos alumnos del Colegio Guadalupe quienes ofrendaron su vida, en el intento desesperado por impedir la captura chilena de Lima.
En este contexto, después del glorioso Combate de Angamos, donde se inmolara el Almirante Grau, la Escuadra Chilena bloqueó el Callao, impidiendo el abastecimiento de armas, situación que se trató de desestabilizar al constituirse una brigada torpedista conformada por el Capitán de Navío Leopoldo Sánchez, los Alféreces de Fragata Decio Oyague, Carlos Bondy, Gil Cárdenas y el hábil ingeniero Juan Manuel Cuadros, en plena guerra con Chile. Fueron ellos quienes el 3 de julio de 1880 (el Alférez de Fragata Carlos Bondy Tellería) lograron hundir con un ingenioso sistema explosivo ideado y construido por el ingeniero Manuel Cuadros, al buque chileno Loa. Meses después, el 13 de setiembre de 1880, corrió la misma suerte la Covadonga, frente a Chancay, por acción del mismo Alférez Bondy, con el apoyo del Alférez de Fragata Decio Oyague. La voladura de las naves chilenas trajo como consecuencia la expedición de Patricio Lynch, catalogada por la historiografía chilena como “el episodio oscuro de la guerra”, ya que Lynch, en represalia, intentó arruinar económicamente al Perú, al bombardear la principal fuente generadora de riqueza: las haciendas agroindustriales y los ferrocarriles. El ingeniero Manuel Cuadros es uno de los profesionales que brindó sus conocimientos para debilitar al enemigo, posteriormente encontramos a Cuadros apoyando la campaña de la Breña junto a Caceres. Héroes que la historia los mantiene anónimos, quienes con su sangre defendieron el país en el cual vivimos y que deben permanecer en el recuerdo de todos los peruanos.
En este contexto, después del glorioso Combate de Angamos, donde se inmolara el Almirante Grau, la Escuadra Chilena bloqueó el Callao, impidiendo el abastecimiento de armas, situación que se trató de desestabilizar al constituirse una brigada torpedista conformada por el Capitán de Navío Leopoldo Sánchez, los Alféreces de Fragata Decio Oyague, Carlos Bondy, Gil Cárdenas y el hábil ingeniero Juan Manuel Cuadros, en plena guerra con Chile. Fueron ellos quienes el 3 de julio de 1880 (el Alférez de Fragata Carlos Bondy Tellería) lograron hundir con un ingenioso sistema explosivo ideado y construido por el ingeniero Manuel Cuadros, al buque chileno Loa. Meses después, el 13 de setiembre de 1880, corrió la misma suerte la Covadonga, frente a Chancay, por acción del mismo Alférez Bondy, con el apoyo del Alférez de Fragata Decio Oyague. La voladura de las naves chilenas trajo como consecuencia la expedición de Patricio Lynch, catalogada por la historiografía chilena como “el episodio oscuro de la guerra”, ya que Lynch, en represalia, intentó arruinar económicamente al Perú, al bombardear la principal fuente generadora de riqueza: las haciendas agroindustriales y los ferrocarriles. El ingeniero Manuel Cuadros es uno de los profesionales que brindó sus conocimientos para debilitar al enemigo, posteriormente encontramos a Cuadros apoyando la campaña de la Breña junto a Caceres. Héroes que la historia los mantiene anónimos, quienes con su sangre defendieron el país en el cual vivimos y que deben permanecer en el recuerdo de todos los peruanos.
Profesor Alex Murazzo