Desde 1947, luego de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas a manera de compensar el "holocausto judío" consideró entregar parte del territorio palestino para la creación del Estado de Israel. Para que esta medida sea efectiva miles de palestinos fueron desplazados del que consideraban su territorio. Ciertamente, todo desplazamiento poblacional genera resentimiento, resistencia, rechazo más aún si el grupo humano que ocupa el territorio tiene una cosmovisión diversa y antagónica.
Hay que considerar además que por décadas, el “Movimiento Sionista” buscó el reconocimiento de una patria para el pueblo judío. Precisamente este objetivo se consolidó con la fundación del Estado de Israel en 1948 reconocido por la ONU. Este reconocimiento generó una cruenta guerra entre el naciente Estado de Israel y las naciones Árabes que lo rodeaban Egipto, Irak, Líbano, siria. Al finalizar el conflicto se acordó que Israel mantuviese los territorios ocupados el cual se había incrementado aproximadamente en 50% respecto de lo que había reconocido la ONU. A pesar de los armisticios firmados los enfrentamientos nunca cesaron prolongándose hasta la actualidad.
A lo largo de las décadas del 60’ y 70’ palestinos e israelíes protagonizaron sucesivos episodios de violencia: la guerra de los seis días, la matanza de deportistas israelíes durante los juegos olímpicos de Múnich, atentados sobre población civil, invasiones… décadas después parecía asomar la luz al final del túnel cuando por gestión de la Organización para la Liberación Palestina y Fatah (partido nacionalista palestino) representada por Yasir Arafat (desde Cisjordania) reconoció la existencia del Estado israelí.
Sin embargo los resentimientos entre islámicos y judíos no cesaron. A fines de los 80’ aparece en escena una agrupación islámica, yihadista y nacionalista HAMAS. Esta agrupación fundamentalista tiene como objetivo la recuperación histórica del territorio palestino y la configuración del nuevo estado islámico de palestina que integraría Israel, Cisjordania y la franja de Gaza, podríamos decir que HAMAS retomó y radicalizó la lucha iniciada a mediados del siglo XX. En el 2005 HAMAS asumió el control político de Gaza, además cuestionó duramente y expulsó de la Franja a los seguidores de Fatah. El 2008 Israel invadió la Franja de Gaza con el objetivo de destruir centros militares de Hamas, luego desocupó el territorio, sin embargo poco después HAMAS volvió a recuperar el control de la Gaza.
Ante el discurso fundamentalista de HAMAS, Israel ha preferido invertir en tecnología bélica (antimisiles) a la vez que mantener el bloqueo marítimo, aéreo y terrestre sobre Gaza, argumentando que ello garantiza su seguridad.
Tomado de: www.abc.com |