Al finalizar la época que los arqueólogos han denominado Horizonte Medio (500-900 d.c.), periodo caracterizado por la hegemonía Huari, los andes fueron escenario de una serie de eventos que impulsaron diversos desplazamientos migratorios. Las huellas de estas peregrinaciones, que usualmente eran acompañadas por guerras e invasiones, han quedado impresas en las mitologías regionales (Rostworowski, 2006:16). Es así que la civilización Inca es resultado de múltiples migraciones provenientes en su mayoría del altiplano o zona taipicala. Al arribo de estos grupos aymaras al valle de Acamama (nombre antiguo del Cusco) tomaron contacto con diferentes grupos étnicos –saguasirais, antasayas, huallas, poques, lares- a quienes doblegaron, y haciendo uso de la reciprocidad y relaciones de parentesco (matrimonio), llegaron a configurar la confederación cusqueña hacia el siglo XIII.
La formación del Estado Inca y el origen del Tahuantinsuyo se deben al inca Pachacutec, es él quien logró consolidar, a mediados del siglo XV, el poder inca en el valle de Acamama y dio inicio a la gran expansión. Tras la derrota de los Chancas, en menos de 70 años, Pachacutec apoyado por su hijo Túpac Yupanqui lograron extender los dominios del imperio y cubrir un basto territorio: por el Sur llegaron aproximadamente hasta la actual capital chilena Santiago, por el Norte hasta la zona costera de Manta (actual Ecuador), por el Sur Este llegaron a cubrir los alrededores del lago Titicaca, La Paz (capital boliviana) y Tucumán en Argentina. Con Huayna Capac, el Tahuantinsuyo alcanzó su máxima extensión, este último inca imperial centró sus conquistas hacia el extremo norte la zona de Quito, llegando a extender los dominios tahuantinsuyanos hasta el río Ancasmayo en la actual Colombia. De esta manera hacia fines del siglo XV el imperio incaico había alcanzado su mayor extensión, se calcula en 1’800,000 km2.
II. LA DOMINACIÓN ESPAÑOLA Y LA DEMARCACIÓN COLONIAL
Existieron dos focos culturales que alcanzaron mayor grado de desarrollo en América: Centro América, con los Mayas y Aztecas, y los andes centrales, desde donde se extendió la civilización Inca. Con la llegada de los españoles se cortó un largo proceso de desarrollo cultural autónomo que se venía gestando en este continente americano
A su llegada, los españoles iniciaron el proceso de españolización de estas tierras, ello consistió en la imposición o asimilación de nuevas costumbres y usanzas castellanas, donde la evangelización (conversión al catolicismo) jugó un papel primordial en la consolidación de la cultura occidental en América. Por otro lado, la fundación de ciudades, sería otro elemento que permitió a los españoles un rápido domino y transformación de la sociedad aborigen americana; toda vez, que sirvieron como puestos de avanzada para nuevas expediciones y centros de difusión cultural.
Cuando el Almirante Cristóbal Colón llevó noticia de su descubrimiento a los Reyes Católicos, Fernando de Aragón puso en marcha su estrategia para asegurar los dominios de estas nuevas tierras, para ello contó con el apoyo incondicional del Papa Alejandro XVI** es así que se firmaron las Bulas alejandrinas en 1493. Inter Coetera I, II; Eximinae Devotio¬nis; Piis fidelium; Dudum guidem. Estas bulas tenían como objetivo asegurar para España los territorios descubiertos por el almirante Colón y se respaldó en un fin espiritual “la evangelización de los naturales”.
Los portugueses, quienes al igual que España se hallaban en una posición geográfica privilegiada, fueron los primeros en explorar las costas occidentales del continente africano en el afán de hallar una ruta alternativa hacia el oriente , rechazaron categóricamente las bulas alejandrinas que pretendían asegurar para castilla territorios atlánticos; ello generó una tensa situación en la península. A través de negociaciones diplomáticas, ambas monarquías convinieron en firmar un Tratado bilateral entre Juan II de Portugal y los reyes Católicos de España “TRATADO DE TORDESILLAS 1494” con el objetivo de dividir los territorios a conquistar, a través de una línea imaginaria trazada de norte a sur en el meridiano 46º 30' a 370 leguas de las islas de Cabo Verde. Este tratado permitió a los portugueses controlar la zona oriental de América del sur (actual Brasil) y anuló las anteriores bulas alejandrinas.
NOTAS
* Al Perú llegaron 5 órdenes religiosas: Dominicos, Mercedarios, Franciscanos, Agustinos y Jesuitas. Pero, Jesuitas y Franciscanos son considerados los verdaderos evangelizadores del Perú.
** Es importante precisar que Fernando de Aragón e Isabel de Castilla expulsaron a los Árabes y con ellos el Islam de España (1492), llevando nuevamente la religión católica a la metrópoli, por tal razón el Papa Alejandro VI le otorgo una serie de reconocimientos y privilegios, como por ejemplo el “Regio Patronato” a través del cual el Rey tenía potestad para nombrar autoridades eclesiásticas en España y sus Colonias. También por esta razón fueron conocidos como los Reyes Católicos.
1 En 1431, los portugueses iniciaron la exploración de la costa noroccidental del África, inaugurando así la ruta de trata negrera y marfil. Con esta preparación, y experiencia, los navegantes portugueses se echaron a la mar, siendo Bartolomé Díaz quien en 1487 llegó al temible “Cabo de las Tormentas” zona de complicada navegación, en el extremo sur del África. Posteriormente Vasco de Gamma llegó a la india y fundó la ciudad de Calicut en 1498, al año siguiente Pedro Álvarez de Cabral llegó a las costas del Brasil. Es decir, muchos años antes que los españoles, los portugueses habían iniciado la exploración y “conquista” de territorios en el atlantico.
2 El tráfico comercial con oriente se vio interrumpido cuando en 1453 los Turcos Otomanos tomaron Constantinopla y las rutas comerciales se vieron invadidas. Tras el cierre de las rutas comerciales el pánico y la especulación de precios cundió en la península, así el costo de las especies orientales se incrementaron notablemente, haciendo de la búsqueda de una nueva ruta hacia oriente un punto crucial en la agenda de las monarquías que aspiraban alcanzar la hegemonía de la región
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