Por: Antonio Zapata; Columna SUCEDIÓ.
Como lo evidencia nuestra realidad política actual, la corrupción es un mal endémico en nuestro país, atenta contra el desarrollo y el bienestar de las grandes mayorías y genera el enriquecimiento fraudulento de unos pocos. Es así que el Estado como institución y el marco jurídico que lo rige pierde garantía y se convierte en instrumento, “botín”, de las minorías que pueden acceder a él. Algunos historiadores han hecho el esfuerzo por interpretar y darle sentido científico a la problemática de la corrupción en el Perú, sobre estos estudios el profesor Antonio Zapata nos presenta un brevísimo resumen del sentido de la corrupción en el Perú, desde la perspectiva de Basadre.
“Treinta años atrás falleció Jorge Basadre y al año siguiente apareció el último de sus libros, editado por Carlos Milla Batres, titulado Sultanismo, corrupción y dependencia en el Perú republicano…
…Basadre sostiene que el Estado peruano independiente continuó siendo patrimonialista, como lo había sido el antiguo imperio español. Esto significa que el Estado es regido a través de dones del gobernante y no por leyes válidas para todos. Aunque se mantenga la ficción de la existencia de leyes, porque en la práctica las reglas valen sólo para los comunes, mientras que los privilegiados reciben sustanciosas ventajas. De ahí el dicho, “para mis amigos todo, para mis enemigos la ley”.
El segundo concepto que emplea Basadre es el de sultanismo. Entre los Estados patrimonialistas existirían tipos y el peruano correspondería a una categoría denominada sultanismo, precisamente por parecerse más al estilo de gobierno del sultán otomano, antes que a los reinos occidentales. En este caso, el tema es el despotismo. El sultán dispone de la vida y hacienda de sus súbditos. No existen derechos individuales, sino que impera la voluntad arbitraria del mandón.
A continuación, Basadre emplea ambos conceptos para interpretar al país. Su conclusión es sencilla. Dado que se trata de un Estado patrimonialista del tipo sultanismo, la corrupción necesariamente debe ser elevada, porque el sentido último de la acción pública es beneficiar al grupo que sostiene al gobierno. Esta conclusión ha sido reforzada por el trabajo de Alfonso Quiroz, quien ha escrito un enorme libro sobre la corrupción en el Perú, desde la época del virrey Amat hasta el ex presidente Alberto Fujimori…
El libro de Quiroz es muy preciso y analiza miles de casos; más de un personaje ilustre aparece enriqueciéndose gracias a los dineros del erario público.
De acuerdo a Quiroz, en los últimos 250 años, el Perú casi no ha tenido gobiernos honestos. La inmensa mayoría ha fluctuado entre corrupción media y alta. Preguntándose por las causas, Quiroz retorna a los conceptos de Basadre. En el Perú imperaría un nudo gordiano, armado por hábitos perniciosos que convierten al Estado en un botín.
Esta historia explica el presente. Así, la ciudadanía contempla atónita la continuidad de la corrupción, que se expresa en el tránsito de los vladivideos, que cerraron la década de los noventa, a los petroaudios, que rematan esta primera década del siglo XXI. Todo sigue igual…
…en todos los análisis históricos, la corrupción aparece como la gran causa del atraso y subdesarrollo nacional.”
Glosario
Mal endémico: hace referencia a un mal propio y permanente de un país. Que se repite frecuentemente.
>El Nudo Gordiano
Hace referencia a un mito del próximo oriente, a través del cual un campesino de gordion llevaba sus bueyes atados al yugo con unas cuerdas anudadas de modo tan complicado que era imposible desatarlas, es así que se lanzó un presagio, Según el cual, quien consiguiera desatar el nudo gordiano podría conquistar Oriente.
Así en español se utiliza la expresión “Complicado como un nudo gordiano” para referirse a una situación complicada o de difícil desenlace.
DIARIO LA REPUBLICA, 7 JULIO 2010.
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